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Colonialismo y poscolonialismo. Comentarios
Por Miguel M. Delicado Publicado en Antropología, Geografía, Historia, Política, Religión en 22/01/2013
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Poder colonial

Me gustaría comenzar relacionando lo que a mi entender tiene que ser lo obvio y necesario para que se den los elementos de una colonización:

-Una situación de superioridad manifiesta del “colonizante“ sobre el “colonizado“ (casi como un seguro de vivienda), pero en donde los “patrones“ siempre tienden a la ganancia del primero. Esta superioridad manifiesta normalmente se demuestra por las armas, por el poderío físico, humano o de cualquier otra índole que menoscabe claramente al colonizado. Esta situación de inferioridad es esencial para que se produzca esa invasión de dominio. Poniendo un ejemplo; el mero hecho de llegar con un mechero y encender un fuego allá en la selva donde necesitan de diez a quince minutos para ello, ya denota esa superioridad aunque el que esté sea un antropólogo en estudio cultural y con toda la buena voluntad del mundo. Sin embargo, aquí tendríamos una superioridad no colonizante, pero invasiva y colaboradora.

-Otro punto importante es la falta de empatía que se demuestra en los casos que referimos. La posición dominante forzada es “per se“ contra-empática. Una dominancia cultural es otra cosa distinta, pero la de fuerza siempre desliga lo sentimental del objetivo, precisamente porque este objetivo pasa por la conquista territorial, poblacional y cultural.

-La absorción territorial, económica y de la riqueza cultural (esta dependerá de su interés para el conquistador), son factores inherentes al dominio del que hablamos. El recuerdo histórico es más difícil de eliminar, pero incluso como comenta Maria Elena es perfectamente posible con la separación generacional.

-La permanencia en el tiempo de la situación colonizadora y la imposición de la inmigración de la misma que puede conllevar o no (Apartheid) la mezcla de etnias.

Seguro que habrán más, yo cito lo que se me ha ocurrido, pero si ponemos algunas bases sobre lo que implica el colonialismo, tendremos algo más para entender el post-colonialismo.

En todo caso, pienso que la diversidad de matices es muy amplia, tanto que seguro que no hay un modelo estandarizado, pues los ejemplos que nos pone Sonia son tan dispares que ratifican eso mismo. Pero sí que creo que hay unos elementos comunes en todos ellos, los que he puesto como bases de esa colonización.

Si para Hitler la expansión territorial era indiscutible (habría mucho que hablar, que Alemania no era Andorra), no creo que los reyes católicos tuvieran el mismo problema con España, no existía población suficiente para estar “apretados“, pero la expansión en un nuevo mundo y el ansia de poder y riqueza eran también indiscutibles. En cualquier caso, los argumentos coloniales creo que son multifacéticos, pero lo realmente importante es saber si esa colonización es necesaria, el daño que causa a la población autóctona y si no es ello más que la propia evolución natural del hombre y de la historia.

Si queremos ver cómo se produce una representación de los cambios mundiales en cuanto al devenir histórico colonizador, no hay más que avanzar este mapa de diez en diez años o de cien en cien, a vuestro gusto.
http://geacron.com/

Hola Jesús.
En relación al fundamento “recurso“ que indicas, estoy de acuerdo y además si somos realmente langostas esquilmadoras en busca de ese recurso para coger más de lo necesario, no nos ayuda mucho como personas. No importa el daño “colateral“ (es de una frontalidad total), aquí lo importante es el resultado… fructífero siempre.

Bueno, ese exotismo que refieres a mí me resulta gracioso cuanto menos. Quiero decir que tal y como expones acertadamente, primero nos los comemos y luego decimos que eran muy sabrosos, por lo tanto hay que cuidarlos, protegerlos y recuperarlos (si podemos; si no… mala suerte).
Quizás ese mezquino ente empático, frente a un billete de dólar ya va iniciando su agonía ¿no te parece?

<<E incluso esa desafortunada frase que decía que África interesa a EEUU y Europa, pero, por favor, sin “negros“. >> “No“ estoy de acuerdo con eso, los pobladores (negros o indios) son muy importantes… para sacarles provecho hasta que no hagan falta ¿verdad? Así es como pagamos su bondad, su inocencia, su acogimiento.

Culturalmente creo que voy a hacerte algo la contra (por animar el foro) pues al fin y al cabo se obtiene una asimilación de su cultura en muchos casos como mera forma socio-curiosidal (válgaseme el término). El entender sus costumbres, sus ropajes, sus ritos, aunque sea “formalmente“ risueño para el colonizador, sea conquistador o colono, sirve al menos para integrar parte de esa cultura en nuestro conocimiento. Aunque sea como mero recuerdo, relato anecdótico, vídeo gracioso de viajes o fotografías para enseñar. La cuestión que a mí me importa es que “queda“.

colonialismo

<<¿cuántos documentales no han hecho dinero a costa del patrimonio cultural y social de unos pocos?>> Completamente de acuerdo, pero te remarco en ello que también gracias a esos documentales en los que algunos se han “forrado“, otros hemos o “han“ conseguido tener un interés antropológico menos etnocéntrico o eurocéntrico, ello ha redundado en el acogimiento de una cierta conciencia social de protección cultural, lo cual tampoco es malo, aunque aquí el fin no justifique los medios. Por cierto, me da a mí que a los lectores de este foro les encantan esos documentales.

No puedo contradecir esa superioridad del colonizador que dices, es tan cierta que no me das opción a debatirla para el foro.

Espero que mis comillas irónicas te refieran verdaderamente lo que pienso, porque no estamos nada alejados de opinión como verás. 🙂

Hola Mª Elena.
Voy a tratar el asunto que indicas porque me parece muy interesante, especialmente el asunto de los hijos. Esteremos de acuerdo en que el valor de la vida no era ni mucho menos el de hoy en día, y el número de hijos iba en consonancia con la esperanza de vida de estos y sus capacidades de trabajo (penoso). Ahora bien, los hijos son hijos, por lo tanto se quieren más o menos, pero se quieren al fin y al cabo. Esta moneda de “cambio“ para el colonialismo es de lo más sangrienta y humillante, para la época en sí y para el ser humano en general.

El aislamiento de los que refieres en Australia, en “pro“ de su aculturación y de una denigrante esencia del super-orgullo “Nietzsche-ciano“, deviene necesariamente un interés oculto, muy oscuro y en el que la predominancia se revela económica, no cultural. Nada más brutal ni de peor entendimiento que esa separación argumentada. Ni las madres no se preocupan de sus hijos, ni los medios son motivo de robarlos. He visto y he tenido que intervenir dolorosamente en casos en que la custodia pasa a lo social y nunca he estado de acuerdo. Un niño debe estar con su madre y su padre siempre que no sean víctimas de maldad, pero jamás por la falta de recursos (un “gitanillo” por ejemplo, quiere estar con su madre y su padre aunque no coma cocido o solomillos [que se lo pregunten a él]). Tampoco porque a nosotros “los otros“, nos parezca que no le prestan tantas atenciones, por eso precisamente tienen más mundo que los demás y saben sobrevivir mejor que un “payo“. No es excusa cultural por tanto lo de Australia, sino económica y de soberbia.

Las generaciones robadas o perdidas han tenido muchos ejemplos (hoy en día ya se habla de ello por la falta de trabajo); te recuerdo, por ejemplo, cómo los cartagineses (concretamente en el ejercicio de los Barca en la península) secuestraban a los hijos de los nobles hispanos para atraer su aculturación en Cartago Nova y conseguir las redes clientelares. La moneda utilizada, los hijos de nuevo. Su salvación vino de mano de Escipión “el Africano“, pero los romanos no podían presumir mucho de salvadores de niños, ¿no te parece?

<<Por estos hechos pidió disculpas en el 2008 el primer ministro australiano>>, y con eso ya lo arreglamos todo… ¡Bastante culpa tendrá este buen hombre! El hecho de la disculpa “centenaria“ no remedia el daño, pues ni esas madres viven ni sus hijos tampoco. Eso sí, económicamente tenían mano de obra barata, grandes latifundios y riquezas por doquier, un estilo a lo que hicimos los españoles en Indias… Lugares diferentes, hechos similares.

En resumen podríamos decir que el ser humano no se priva a la hora de conseguir riqueza patrimonial, sobre todo si la previsión es halagüeña como indicas tú en Australia. El colonialismo parece no entender de sentimientos ni de tradiciones, simplemente ejecuta como una máquina de arar, sin pensar en lo que hace, sino en lo que sacará. En todo caso, ese mismo colonialismo es el que con el paso del tiempo nos va dando a unos y a otros nuestra conformación de carácter, de cultura, de vida en sí. Una cuestión de lo más irónica y de lo más necesaria. Cosas del ser humano…

Hola Ingebörg.
Comentas que <<su desarrollo económico y tecnológico tal vez no alcance nuestro nivel…>>, aquí discrepo un poco, aunque entiendo lo que quieres decir, pero tendríamos que ver cierto etnocentrismo en ello. ¿Quién nos dice que nuestro sistema, por ser más complejo, es mejor? ¿No es mejor un simple intercambio, una cesión, etc. como hemos visto en las clases?

Realmente no podemos decir que nuestro sistema es mejor o que económicamente seamos más avanzados, en todo caso somos más complejos, pero el resultado global y social, incluso mundial, deja mucho que desear… a los tiempos me remito. Los organismos más complejos no han demostrado ser los supervivientes de este planeta. Lo mejor no es más complejo.

Colonialismo y cultura

Quizás ese “escaparate“ que mencionas es el peor remedio para su cultura, pues ni les deja vivir de forma natural, ni permite un desarrollo social para los menores allende de las injerencias no buscadas. Realmente es una cuestión interesante y muy dolorosa, pero también tenemos que ver la otra realidad, el pago económico por esas molestias, que les permite comprar esos “anoraks“ tan bonitos de Adidas y hacerle a la marca una publicidad inmerecida, en pleno desierto o en mitad del Ártico donde ni los osos encuentran ya acomodo. Ironías de la vida; el que desarrolla el abrigo perfecto para sobrevivir miles de años en climas extremos acaba con una prenda hecha por gente que no sabe qué son 40º bajo cero.

PD: un placer “contestarte“ Ingebörg, no me des las gracias, tus comentarios son muy instructivos, pues nos hacen ver otros puntos de vista que son necesarios para llegar a un eclecticismo cultural.

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