menu Menú
El futuro y las prisas; una aceleración inútil
Por Miguel M. Delicado Publicado en Filosofía en 10/11/2012
La "Persona humana" Anterior El despertar Siguiente
Aceleración inútil

Congestión vehicular, humana y animal, casi anormal en su concepto y con una dedicación gubernamental exhaustiva, que limita económicamente una amplitud de miras para orientar este mundo hacia un futuro mejor.

Seguro que desde lo ex-terreno nos harían la gran pregunta… sí, sí, muy bien, pero ¿ustedes por qué van tan deprisa?, ¿hacia dónde van? -Pues vamos rápido porque…-
Somos así de tontos.

Más stress, más enfermedades «novóticas» y todo eso. Menos mal que parece que las terapias de tipo gimnasio, tai chi, yoga, artes y manualidades, ejercicio sano, comida sana, etc. van calando en la sociedad joven y nos permiten enfocar de forma distinta esas prisas que no llevan a ningún sitio más que a la tumba.

Si puede permitirse no perder tiempo con cosas que no le aportan nada positivo hágalo. No pierda tiempo en esperar el autobús diez minutos si va a tardar quince en ir andando. Andando verá más cosas, aportará salud a su cuerpo y su corazón, a su espíritu, y quién sabe si verá en el trayecto a alguna persona que le hará sentir más feliz. No se aburra viendo un rollo de programa en la televisión si puede leer un libro, escuchar música o hacer gimnasia que le harán sentir mucho mejor después.

El futuro nos ahorrará tiempo pero ese tiempo es tan peligroso como el propio futuro. Sé que el aburrimiento o la rutina te matan. Yo no soy de los que me aburro con facilidad, me encanta todo y por tanto me distraigo con cualquier cosa, pero al final tanto tiempo acaba contigo si no estás entrenado vitalmente.

No sé qué es lo que haríamos con tanto tiempo… en el futuro.
Niños que a los dos añitos «tienen» que ir a una guardería a aprender rápido, porque si no luego serán «retrasaditos» respecto a sus avezados compañeros de clase… ¡de segundo de primaria!

Una carrera virtual nos espera antes de salir al mundo, una competición de velocidad que no tiene meta. Una cinta que nunca se romperá por un primer puesto. Un sinsentido a raudales que nos lleva inexorablemente hacia una muerte segura, vacía y sin tesoros ni ropajes.

Deprisa, deprisa…

Tranquilícese. Piense serenamente. Por correr no conseguirá destacar en este mundo… si destaca se olvidarán de usted cuando se muera. No crea que aunque se lea aún a Napoleón o Alejandro Magno (por ejemplo) ellos se enteran de algo. Se murieron y nunca sabrán que yo estoy ahora hablando de ellos como después yo no sabré nunca que alguien pueda leer por error en un futuro este blog olvidado de un don nadie más (¡Existirá aún Internet?).

Nuestro ego nos descabalga hacia una prepotencia sublime, un peldaño de caída segura hacia lo más ignoto del desconocimiento ex-corpóreo. Ni platónicos ni aristotélicos, déjense de ironías… es nuestro ego que lucha por desasirse del destino más traicionero que no pondera si hiciste más o menos.

Simplemente le importa una… Te matará igual.

futuro muerte prisas sociedad stress


Anterior Siguiente

Deje un comentario (se revisan antes de publicarlos)

keyboard_arrow_up