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Los sofistas. Disertando...
Por Miguel M. Delicado Publicado en Filosofía en 16/12/2011
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Los sofistas y Sócrates

Como partida de opinión, yo veo una diferencia enorme entre los sofistas y los filósofos y todos la llaman igual; la Arkhé.
Si los sofistas cobraban, si los actuales (profesionales de la enseñanza) también, no veo nada de malo en ello. Su función de enseñanza y divulgación o incluso de búsqueda de la verdad científica o lógica es encomiable y muy digna. La cuestión no creo que radique ahí: en el caso de los sofistas cumplen una función importantísima, en la antigüedad y en la actualidad, la cadena de transmisión de la Arkhé, de la verdad descubierta. En el caso de los filósofos tocamos materia muy distinta, estos no cumplen esa cadena de transmisión de ideas… SON esa fuente de ideas.

Un filósofo busca la verdad a cambio de nada, busca la esencia del porqué, la raíz del problema existencial, del nacimiento de todo, no del nacimiento de eso o aquello, en suma difiere del sofista en que no siendo retribuida su enseñanza, da lugar a un cambio radical en el pensamiento humano.

Un ejemplo que puede ser paradigmático es el del matemático Grigori Perelman, ganador del Premio del Milenio por resolver la conjetura de Poincaré, uno de los siete problemas del milenio. No aceptó el premio de un millón de dólares porque los periodistas le faltaban al respeto… ¿un sofista rechazaría esa cantidad? Perelman dejó la enseñanza y tardó ocho años en resolver el problema, tras publicarlo rechazó recoger el premio y la cantidad en metálico. Es un ejemplo, pero creo que expresa esa búsqueda de la verdad en la que difiere un  filósofo de un sofista. En este caso todos los que forman la cadena de transmisión enseñando la resolución del problema de Poincaré y explicándola aglutinarían el grupo sofista. Perelman sería el filósofo.

Parto de la base en la que el sofista es tan importante como el filosofo, pues ¿qué hubiera ocurrido si ningún sofista hubiera transmitido al mundo las ideas de los filósofos? y aquí quiero matizar que no me refiero a los antiguos, sino a cualquier sofista de la actualidad, investigadores a sueldo, catedráticos, profesores, directivos de empresas importantes que renuevan el mundo actual (Steve Jobs, Bill Gates) etcétera.

Ambos son puntos de soporte de la “filosofía”; unos la enseñan y otros la crean.

Respecto al bien o el mal, ¿es esto realmente lo que querían divulgar los sofistas? y ¿los filósofos?

Yo creo que el asunto no es si algo a uno le parece bien o a otro mal, sino que si ese “algo” es verdad o no, independientemente de si es bueno o malo para uno u otros.

El principio o Arkhé es el que marca la diferencia entre sofistas y filósofos.

Una cosa puede ser buena o mala dependiendo de la persona que la valore, pero esa cosa… es verdad o no lo es. Ahí radica el potencial del asunto filosófico; que si es verdad el filósofo no dudará en “atacar” por esa línea, aun cuando sea contraria o mala para su valoración. El sofista, en cambio, aun sabiendo que sea verdad no lo defenderá, pues sería contrario a su valoración o creencia.

La diferencia es una cuestión de principios, para el filósofo estos están por debajo de la verdad, para el sofista por encima.

Atención a esta cita, creo que aclara muy bien lo que intento expresar. Este para mí sería un filósofo, no un sofista:

Henry David Thoreau – “En vez de amor, dinero o fama, dame la verdad”.

La verdad no es TU verdad, y Gandhi lo reafirma cuando dice “[…] en lo que a mi concierne […] tu voz interior“

Si a un niño desde pequeñito le enseñamos a temer a los árboles, introduciendo en su cabeza todo lo que se nos ocurra sobre ello, al final SU verdad será que un árbol es malísimo… pero para el resto del mundo la verdad es que es maravilloso (hay estudios psicológicos al respecto). No es cuestión de quién está equivocado, es cuestión de que un árbol no es malo. Esa es la verdad.

La verdad no depende de que la piense el 99% del mundo y uno no. Depende de que si ese uno está en lo correcto, esa será la verdad, lo de los demás, el 99% será SU verdad (pero no la real). Con esto quiero decir que la verdad no depende de números, sino de que lo sea o no lo sea.

Si pones un papel al fuego se quemará. Esa es la verdad. Si quieres verlo como que se produce una transformación de la materia, un intercambio de átomos, etcétera… esa es TU verdad, y dependerá si eres científico molecular, físico, pintor…

“Nihil novum sub sole“ (Nada nuevo bajo el sol). El hombre sigue haciéndose las mismas preguntas desde que tiene conciencia.

Bueno, sin pretender ser inmovilista, ya que si tuviera que cambiar de opinión porque se me mostrara “la verdad“ (la de verdad) cambiaría mi discurso… no modifica mucho lo que hasta ahora vemos sobre los sofistas.

“Para Protágoras, se dice, ninguna cosa tiene entidad propia, y es por ello que solamente adquieren las que el hombre les otorga. Pone el ejemplo de la enfermedad, que puede ser mala para el enfermo, pero que es buena para el médico que la atiende“.

Este relativismo, en este caso médico-paciente, no deja de ser eso, un relativismo de opinión respecto a lo que para cada uno de ellos supone la enfermedad, cada uno tiene SU verdad.

Pero lo que realmente se plantearía un filósofo es si la enfermedad es realmente algo bueno o malo, independientemente de quien la sufra o quien cobre por ella. Un sofista no analizará ello, simplemente deducirá que para el enfermo es mala porque la sufre, y para el médico es buena porque cobra el tratamiento de esta. Esto lo enseñaría el sofista, sin importarle realmente la verdad sobre el concepto “enfermedad“. Esto es lo que llevaría de cabeza al filósofo hasta dar con la verdad, el saber si “la enfermedad“ es realmente algo que es, y si es, lo es bueno o malo.

Yo no pienso que la enfermedad sea mala siempre, porque poniendo como ejemplo la evolución, ha sido buena para la eliminación de ciertas especies y que hoy estemos nosotros aquí debatiendo, pero es que NO es esa la cuestión, que haya sido adecuada en ciertos momentos, la cuestión es si intrínsecamente es en sí buena o mala.

Yo no tengo la respuesta. Ya quisiera… cobraría por ello y me haría sofista de convicción ¿no?

No creo que ningún médico se alegre por cobrar (algo sí), y sí se alegrará de curar que es otra cosa muy distinta y muy encomiable. Pero aquí diré que en ciertas profesiones, la demostración de conocimientos o intento de ayuda cobrando, dista mucho del elemento básico de interpretación que queremos analizar; la verdad sobre ello, si es única y compartida o múltiple y singularizada para cada cual. No es malo cobrar un servicio, pero no siempre estará justificado. Yo no me creo que si Cavadas trasplanta una cara completa a una mujer lo haga por dinero, es su ego personal o lo que quieras lo que lo motiva, pero eso no quita que se merezca cobrar lo que proceda, aunque “la verdad“ real es que no lo ha hecho por dinero, sino por hacer el bien o por crearse fama, lo dejo a elección.

Para llegar a las más altas cumbres de la gloria, primero hay que haber visto lo más profundo del infierno. No sé si es una cita de alguien, la pongo tal y como se me ocurre y por eso no cito. Eso le pasaría a Sócrates… Es broma, no tengo nada en contra de los sofistas ni de la enseñanza, muy al contrario, pues gracias a ellos hoy podemos saber y conocer.

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Responder a WalterCancelar respuesta

    1. Sí, la acepción sobre el término relacionado con la disertación y la palabra es, como dices, amplia.
      Así nos refiere la RAE: sofisma.
      (Del lat. sophisma, y este del gr. σόφισμα).
      1. m. Razón o argumento aparente con que se quiere defender o persuadir lo que es falso.
      Entra en el argumento, la concepción del que defiende sobre lo que él crea que es falso, tal y como indicas respecto a los manipuladores.
      Un saludo y gracias por tu visita.

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