menu Menú
Mi gran boda griega
Por Miguel M. Delicado Publicado en Arte, Religión en 21/03/2012
La segregación de la gente del Libro en el islam: Hanifismo, Umma y Dhimma Anterior Arquitectura histórica, bienes de interés cultural. ¿Uso o museo? Siguiente
Mi gran boda griega

Vamos a analizar en esta película, tanto el porqué de la espera de sus protagonistas en culminar ese amor sincero, como la importancia real de tener un papel firmado en que se expone públicamente su matrimonio.

Ian y Toula no tienen una percepción de “espera”, para ellos todo transcurre con los ritmos naturales que van descubriendo en torno a una primera atracción, seguida de una amistad profunda. Ello hace que vayan asentando una serie de valores relacionados con la cesión del interés particular en pro de un interés común. Esta garantía de perdurabilidad tiene un entablamento sólido basado en un avance del mero nivel 1 de satisfacción, hacia un nivel 2 en el que la calidad y autenticidad prima fundamentada en una relación de amistad, de encuentro sincero, de interés por el otro y de una unidad no basada en la satisfacción única por ese encuentro sino en una unión de muy alta calidad. La atención de ambos hacia el otro es sincera y por ello no buscan el provecho, de hecho a Ian le supone aceptar posteriormente una seria de condiciones para su relación, que él no percibe como “renuncia personal” sino como un avance en su proyecto común.

La intimidad personal que van formando discurre en su tiempo natural, por lo que ya no es una “espera” entendida como tal (ya avanzan al nivel 2) y se enmarcan en una alta unión amorosa que les ayuda a perfeccionarse hacia niveles más elevados. Esto se explica porque ambos no basan su relación en los encuentros, sino en un “encuentro” de verdad en el que se fusionan, se yuxtaponen los caracteres y los intereses, sus propias personalidades, se abren posibilidades y se enriquecen con la relación y los proyectos futuros de boda, aun sabiendo que les deparan grandes problemas con la familia de Toula y sus creencias.

La espera, o mejor para su lenguaje amoroso, el transcurso de hechos se va sucediendo con sinceridad plena de ambos, humildad en su apariencia y empatía hacia el otro y sus circunstancias, con una capacidad de sacrificio personal e imaginación sobre su amado que se fundamenta en una libertad de nivel 2 en donde se elige lo que ayuda a Ian o a Toula a realizar un ideal común. Esto les proporciona no una represión de valores personales, sino una consecución de otros más elevados.

Otra consecuencia de ese “transcurso” y no “espera” se deviene de que el comienzo de su relación tiene una actitud positiva y fecunda, basada en la generosidad y en una ternura y fidelidad sincera a los ritmos naturales del crecimiento de esa amistad en la que su valía se acrecienta por la existencia de valores como la comprensión, la cesión sin contraprestación, el respeto hacia el otro y aceptación de sus valores como forma conjunta de sentido vital.

Básicamente deberíamos concluir que el concepto espera se modifica para ellos por fundar una relación en niveles superiores, por cuanto hemos explicado. Así, tenemos un discurrir natural de la relación sin otra pretensión, dando lugar a un amor verdadero y sólido.
Rotundamente no. Tal y como explicamos en la pregunta anterior, su nivel de relación hace que tanto Ian como Toula tengan mucho antes del matrimonio (decisión tomada en común como proyecto que surge espontáneamente y sin prisas) un proyecto amoroso serio, fundamentado en valores superiores a los meros aspectos de nivel uno. Si no hubiere sido así, una serie de problemas como los que surgen en el seno de la propia familia de Toula, pudieran haber dado como resultado la separación de los amantes.

El planteamiento del matrimonio surge como una consecuencia más de su propia relación, en la que la fidelidad (que no supone para ellos ninguna forma de “aguante”) se establece como una creación permanente de lo que se prometen en la convivencia, una unión sincera y profunda con valores sexuales, de amistad y de proyecto fecundo, que dará como consecuencia la futura boda o unión incondicional y desinteresada, en la que ambos se harán responsables tanto en lo personal como en lo común pues su compromiso no es temido, sino buscado, consensuado y deseado.

Esto que acabamos de indicar anteriormente es esencial para entender la trama de la película, pues sino podíamos interpretar que los problemas que surgen después serían más que suficientes (aun estando minorados en clave de humor) para destrozar esa relación y que Ian saliera huyendo de esa familia alocada.

Otro elemento que coadyuva a que en esa relación la cuestión matrimonio se propague como algo natural es lo que llamaríamos un acompasamiento mutuo. Es un desenvolvimiento de ambos en una estructura ya no personal, sino en conjunto, en una especie de resonancia orquestal en la que cada instrumento no es más que la suma de un todo común y mucho más importante. Hablamos ya de valores tres y cuatro. Tanto Ian como Toula renuncian a una cierta libertad de maniobra para “acompasar” al otro en un proyecto común. Esto es importantísimo para entender que el matrimonio legal o de papeles es un mero trámite cuando la relación está a niveles de esta altura.

Podemos decir que el nexo casual del matrimonio de ambos con la relación previa de amistad, continuada por la sexualidad (surgida naturalmente), tiene un factor preponderante en el hecho de que están creciendo como personas desde el inicio. Su proyección del amor en común surgido en un inicio como una mera atracción, va desarrollándose en una línea de autenticidad en la que los pasos transcurren al ritmo natural y de los valores propios de niveles más elevados. Su conformación de hogar y proyecto mutuo se “esparce” hacia los demás, no se basa en un aislamiento como matrimonio, sino en una forma de compartir el amor que transciende de la mera unión de niveles uno o dos.

Finalmente ese matrimonio en esencia ya puro, dará inevitablemente una perdurabilidad que es independiente de lo que pongan unos papeles escritos. La fecundidad de este dará nuevas vidas (hacia las que se transmitirán sus propios valores), no constituyendo esa relación una meta en sí misma, sino dando una apertura vital hacia otras personas. La decisión de la vía religiosa será una consecuencia de estimar que la “pureza” de lo que han conseguido trasciende más allá del cumplimiento de los fines civiles, puesto que esta calidad conseguida permite a Ian y Toula establecer un modo de unidad cada día más valioso, en el que el crecimiento personal mencionado y la enervación familiar se darán como elementos obvios a una relación que ya comenzó con unas buenas bases. La adversidad futura posible tendrá aminorada su fuerza precisamente por esa solidez del inicio.

Ficha de la película: http://www.filmaffinity.com/es/film280100.html

amistad amor cine matrimonio toula


Anterior Siguiente

Deje un comentario (se revisan antes de publicarlos)

keyboard_arrow_up