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La presentación de tu producto... o de ti mismo
Por Miguel M. Delicado Publicado en Filosofía, Tecnologías en 02/12/2012
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Apple marketing

«La filosofía de marketing de Apple», en el que se destacaban tres puntos. El primero era la empatía, una conexión íntima con los sentimientos del cliente. «Vamos a comprender sus necesidades mejor que ninguna otra compañía». El segundo era la concentración. «Para realizar un buen trabajo en aquello que decidamos hacer, debemos descartar lo que resulte irrelevante». El tercer y último valor, pero no por ello menos importante, recibía el incómodo nombre de «atribución». Tenía que ver con cómo la gente se forma una opinión sobre una compañía o un producto basándose en las señales que estos emiten. «La gente sí que juzga un libro por su cubierta —escribió—. Puede que tengamos el mejor producto, la mayor calidad, el software más útil, etcétera; pero si le ofrecemos una presentación chapucera, la gente pensará que es una chapuza; si lo presentamos de forma creativa y profesional, le estaremos atribuyendo las cualidades deseadas».

«Cuando abres la caja de un iPhone o de un iPad, queremos que la experiencia táctil establezca la tónica de cómo vas a percibir el producto —declaró—. Mike me enseñó aquello».

«máxima que a menudo se atribuye a Leonardo da Vinci, y que se convirtió en el precepto fundamental de la filosofía del diseño de Jobs: «La sencillez es la máxima sofisticación».

«la forma sigue a la emoción», un juego de palabras con la conocida expresión de que la forma sigue a la función».

«No está acabado hasta que sale al mercado».
Pasajes de: Isaacson, Walter. “Steve Jobs«.
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Eres tú; algo así como un reflejo de ti mismo, de tu ser y de tu personalidad. La apariencia es mucho, pero no lo es todo, aunque es muy importante.

Jobs no era un modelo de presencia, ni de carácter ni de formas, quizás por ello pretendía expresar en sus productos aquello que a nivel personal le faltaba; apariencia personal de ser el CEO más importante del mundo.
Zapatillas, siempre un jersey de cuello alto de color negro y un vaquero, eran su presentación al mundo entero cuando un producto nuevo de la empresa más capitalizada en todos los sentidos salía al mercado. Olor evitado con comida vegana nunca fue suficiente, el olor estaba ahí y además se lo indicaban… Malas formas y carácter ácido. Pero Jobs era Jobs y además pensaba diferente.

Señales de emisión que enfocan a las personas hacia un atributo respecto del cual se harán un opinión de lo que ven. Si la chapuza está presente, la imagen será chapucera, si la imagen es importante, quizás el producto que esté detrás no sea tan bueno, pero la apariencia lo sufragará.

Esto afecta a todos los aspectos de la vida, a nivel personal y social. Si uno tiene ganas un día de ponerse un traje o una mujer un vestido especial, ese día será algo más especial ¿por qué? pues porque nuestra imagen está tratando de positivarnos socialmente y nuestra mente acude a ello sin reparos. La mente te aboca como si de una catarata se tratase hacia aquello a lo que la expones, ¿no lo crees? Prueba a vestirte un día cualquiera de manera especial y ves a tu trabajo y luego cuéntate a ti mismo/a qué ha pasado ese día distinto de los demás, la apariencia ha jugado en tu favor.

Positivo es ver um smily 🙂 simplemente cuando enciendes el ordenador. Y la mente lo sabe y lo aprecia.

Caja de un iPhone

Yo compré un iPhone 3G y tengo que decir que me quedé impresionado… ¡con la caja! No lo entendía, nunca había comprado nada de Apple, no «sentía» qué narices tenía que tener aquella caja para llamarme la atención si lo que acababa de comprar era un móvil. Pues es que era tan bonita, tan bien compactada y tan presentado el producto sin abrirla que no pude menos que reconocer que detrás de aquello había gente no muy normal, al menos especial. Aquí ya estaba presente una forma que seguía a una emoción.

Producto acabado cuando sale al mercado es otra máxima según la cual se debe comercializar cuando de verdad está presentable, no antes. Aplíquese a las facetas vitales que uno quiera.

Sencillez y sofisticación son dos atributos que Jobs nos enseñó a interconexionar en nuestra vida. Gracias Steve.

Sencillez y sofisticación son dos atributos que debemos interconexionar en nuestra vida. Gracias Steve.

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